We moved!

I decided this sweaty picture of Matt and I at the Lincoln Memorial was a perfect summary of what it has looked like adjusting to Washington DC. We're both very excited, as you can tell by our cheesy (but cute) smiles, but also east coast humidity is no joke folks.

In all seriousness though, I wanted to do a short write up on our first three weeks in DC because I felt like I shared that we were doing a major move and then gave zero follow up. It's been a bit surreal. Matt and I both joke about how it's odd not knowing how long we will be living here. It isn't like when you go away to undergrad and the expectation is that you leave as soon as you graduate but that's definitely what makes this new and scary but in all the good ways. We are incredibly fortunate to have two of our best friends from college have lived here for a year prior to us coming. They are a 15 minute walk away from us so they're very familiar with the neighborhood and have showed us the 'good' grocery stores and best take out restaurants but most importantly have offered us the security of familiar faces.

Both Matt and I sold our cars so walking everywhere or taking the metro has been a new experience for sure. I definitely don't feel like I'm in need of a car which is a weird new reality. Our apartment complex location is perfect for anything we might need right away and being in a bigger city also means delivery services are faster and more accessible when it comes to anything not easily transportable by foot.

I know this blog began as a platform for my versions of coffee reviews and book talks and I do hope to get back into that but settling into a new home has taken priority. I will say that I was initially disappointed because we live less than a 5 minute walk from not one but TWO Starbucks locations and while I am not 100% opposed to them, I am a big advocate for local, smaller coffee shops. The good news is that upon our daily walks and our friends' suggestions, Matt and I have been introduced to at least 3 more coffee shops that are just as close to us. I am excited to give them a try and get back to what I do best, spending money on non essential beverages.

As always, thanks for reading!

Decidí que esta foto sudorosa de Matt y yo en el Lincoln Memorial era perfecto de lo que ha sido adaptarse a Washington DC. Ambos estamos muy emocionados, como pueden ver por nuestras sonrisas, pero también la humedad de la costa este no es una broma.

Sin embargo, con toda seriedad, quería escribir algo breve sobre nuestras primeras tres semanas en DC porque sentí que compartí que estábamos haciendo un movimiento importante y luego no le di seguimiento. Ha sido un poco surrealista. Matt y yo bromeamos sobre lo extraño que es no saber cuánto tiempo estaremos viviendo aquí. No es como cuando te vas a la escuela estudiantil y la expectativa es que te regreses a la casa tan pronto que te gradúes, pero eso es definitivamente lo que hace que esto sea nuevo y un poco miedoso, pero en todas las buenas formas. Somos increíblemente afortunados de que dos de nuestros mejores amigos de la universidad hayan vivido aquí durante un año antes de nuestra llegada. Están a 15 minutos a pie de nosotros, y están muy familiarizados con el vecindario y nos han mostrado las 'buenas' tiendas de comestibles y los mejores restaurantes para llevar, pero lo más importante es que nos han ofrecido la seguridad de rostros familiares.

Tanto Matt como yo vendimos nuestros autos, así que caminar a todas partes o tomar el metro ha sido una experiencia nueva. Definitivamente no siento que necesite un automóvil, y eso es una nueva realidad extraña. La ubicación de nuestro complejo de apartamentos es perfecta para cualquier cosa que podamos necesitar de inmediato y estar en una ciudad más grande también significa que los servicios de entrega son más rápidos y más accesibles cuando se trata de cualquier cosa que no se pueda transportar fácilmente a pie.

Sé que este blog comenzó como una plataforma para mis versiones de reseñas de café y conversaciones de libros y espero volver a eso, pero la prioridad es instalarme en un nuevo hogar. Diré que inicialmente me decepcionó porque vivimos a menos de 5 minutos a pie no de una, sino de DOS ubicaciones de Starbucks y, aunque no me opongo al 100% a ellas, soy una gran defensor de las cafeterías locales más pequeñas. La buena noticia es que gracias a nuestros paseos diarios y las sugerencias de nuestros amigos, Matt y yo conocimos a 3 cafeterías más que están cerca de nosotros. Estoy emocionada de probarlos y volver a lo que hago mejor, gastar dinero en bebidas no esenciales.

¡Como siempre, gracias por leer!